Los modelos reticulares

Los pioneros 

Los primeros modelos que se sugirieron para representar la estructura y función de la memoria semántica fueron de dos tipos: los modelos de redes jerárquicas de Collins y Quillian’s (1969) y los modelos de comparación de rasgos de Smith, Shoben y Rips (1974). 

La técnica que utilizaron más comúnmente para realizar sus estudios fueron tareas de verificación de oraciones, donde se presentan a las personas oraciones del tipo un S es un P, donde S es el sujeto y P lo que de él se predica (ej. un gorrión es un ave). Esta técnica permite, a partir de la velocidad de respuesta, inferir la proximidad entre conceptos. Es importante destacar que estos modelos estudian cómo las representaciones mentales de los objetos y conceptos se estructuran en la memoria, esto es, independientemente de su representación lexical. Asumen que las palabras o etiquetas verbales se alojan en otra memoria, generalmente denominada Lexicón, distinta de la memoria donde se alojan sus significados. 

Para visualizar la diferencia entre los dos modelos volvamos al ejemplo de nuestros amigos frente a la mesa. Así como en el parágrafo anterior escribimos sus propiedades como listas de rasgos  también es posible visualizar los atributos que cada uno propuso de la siguiente manera:

modelos reticulares

La organización semántica de la memoria de los participantes se puede representar como una estructura reticular donde cada nodo en la red constituye un concepto y cada línea que une dos nodos se puede considerar como la relación semántica que lo vinculan los conceptos. Desde la definición tradicional de Quillian (1968), una red semántica es un grafo en el cual los nodos etiquetados representan conceptos o características, mientras que los arcos, también etiquetados, representan vínculos de diversas clases entre conceptos. Desde esta perspectiva, los conceptos no tienen ningún significado si se los considera aisladamente, sólo muestran su significado en tanto son vistos en relación con los otros conceptos con los cuales están conectados por medio de arcos. Es decir que los conceptos se hallan representados como nodos en una red, y cuantas más propiedades en común tengan dos conceptos, más vínculos existirán entre los dos nodos. Por ejemplo, tren y metro tendrían muchos vínculos entre ellos, mientras que tren y naranja tendrían pocos. 

En el modelo original de red jerárquica, se distinguían varios tipos de vínculos (supraordinados y subordinados, modificadores, disyuntivos, etc.). Este rico arsenal de tipos de vínculo permitió que el modelo explicara una gran variedad de decisiones semánticas. El modelo inicial propuesto por M. Ross Quillian (1969) representa la memoria semántica como una jerarquía o taxonomía semántica. En este modelo, Collins y Quillian propusieron vínculos de dos clases: los isa, que representan relaciones jerárquicas o categoriales entre conceptos, y los propiedades,que son características específicas que se asocian con los conceptos particulares. Con estas definiciones, el modelo ha permitido hacer predicciones específicas de modo rápido y sencillo. Esas predicciones se operacionalizaron contando el número de “operaciones” que una tarea pudiese requerir de acuerdo con la teoría y luego verificando si los datos empíricos del tiempo de ejecución arrojaban resultados consistentes con dichas predicciones.

Este modelo jerárquico promovió una gran aceptación en la comunidad cognitiva de su época, incluso halló alguna evidencia neuropsicológica, ya que se encontraron demencias que parecen perder información subordinada (del nodo inferior) antes que información supraordinada (del nodo superior). Warrington y Shallice (1984), trabajando sobre casi 2000 casos de agnosias específicas, hallaron dobles disociaciones en las que ciertos pacientes podían identificar cosas inanimadas pero no podían identificar cosas animadas y a la inversa. Estas disfunciones podían ser explicadas por el modelo, a partir de la pérdida de los rasgos  “es animado” / “es inanimado”. Sin embargo, se encontró sistemáticamente una falla en el modelo que se dio en llamar Efecto Típico. En ciertos casos, dos nodos subordinados a igual distancia del nodo superior mostraron diferencias significativas en el tiempo de respuesta. El ejemplo canónico es el de canario y avestruz. Ambos se hallan a la misma distancia de ave. Sin embargo, aunque la predicción del modelo es que ambos deberían tomar el mismo tiempo, las personas demoran sustantivamente más cuando deben verificar avestruz. Conrad (1972) sugirió que el acceso a un concepto, visto por el tiempo de respuesta, depende más de la frecuencia con que dos conceptos aparecen juntos que de la posición que cada uno ocupa en la jerarquía semántica.