1. Organización de la memoria

Endel Tulving

La memoria semántica constituye el registro de los conceptos, significados y hechos que representan el conocimiento del mundo. Es aquella memoria que nos permite acceder a los recuerdos de los significados de los conceptos, a la comprensión de esos recuerdos y a disponer de todo otro conocimiento basado en ideas sin tener necesidad de recuperar las experiencias específicas en las que los obtuvimos. Esta memoria es independiente de la experiencia personal y del contexto espacio temporal en los cuales fue adquirida. Una característica primordial de la memoria semántica sugerida por Endel Tulving (1972) es que, como sujetos, no conocemos su origen, no se representa en términos de tiempos y lugares específicos. La memoria semántica refiere a nuestro conocimiento sobre la lengua, los significados, las relaciones y los hechos del mundo, es fundamentalmente abstracta y relacional, y se asocia con los significados del los símbolos verbales. Su resultado constituye una representación amodal y modular.

La memoria semántica es una de las partes en las que tradicionalmente se ha dividido la memoria declarativa. Ésta, a su vez, es uno de los tipos de memoria a largo plazo. La memoria declarativa es aquella que registra hechos y conocimiento, y su rasgo más saliente es que permite la recuperación de información consciente. Su contraparte es la memoria procedimental o no declarativa, la cual refiere a una memoria no consciente, como pueden ser las habilidades y destrezas. Siguiendo esta ideas, Daniel Schacter (1985) propuso una distinción más general entre memorias explícitas (declarativa) e implícitas (procedimentales). Así, la memoria declarativa se ha dividido tradicionalmente en dos categorías: la memoria semántica, que registra información factual, y la memoria episódica, que registra experiencias personales (Tulving, 1983). La memoria episódica se refiere a nuestro conocimiento de eventos que están marcados por una referencia temporal o espacial o que es identificable en términos de nuestras experiencias personales. Aunque existen sólidas razones para creer que la memoria semántica y la episódica no constituyen sistemas tan independientes como se creía (McKoon, Ratcliff y Dell, 1986), la distinción ha sido muy influyente en el campo de la memoria y es útil para organizar los fenómenos, tareas y modelos de ésta.

La explicación sobre la relación que existe entre ambos tipos de memoria no posee una respuesta concluyente. Sin embargo resulta claro que la constitución de la información registrada en la memoria semántica deriva normalmente de la memoria episódica. Aprendemos nuevos objetos y conceptos como producto de nuestra acción y nuestra experiencia sobre ellos, el conocimiento se produce en un contexto particular y con carga emocional y valorativa. La transición gradual de la memoria episódica a la semántica tiene lugar por medio de un proceso por el cual la memoria episódica reduce su sensibilidad y asociación a circunstancias particulares y compromisos emocionales.

Con los recientes avances de la tecnología de neuroimagen se han producido múltiples progresos en el conocimiento de la relación que existe entre la memoria declarativa y las áreas cerebrales específicas vinculadas; sin embargo, mucho queda aún por descubrir del funcionamiento de la memoria. En particular, no resulta concluyente si la memoria declarativa está mediada por una memoria particular o si resulta más adecuado ubicarla como un tipo de conocimiento. La caracterización de Tulving de la memoria semántica como amodal, como un sistema modular separado de la memoria episódica y procedimental, proporcionó una base útil para estudiar y comprender las representaciones semánticas durante tres décadas (Vivas, 2010). Las investigaciones recientes, con la mejora de las técnicas experimentales, el aumento de la capacidad de cálculo y las técnicas de neuroimagen, parecen contradecir varios aspectos de esta visión clásica (McRae & Jones, 2013). La memoria semántica tiende a ser considerada en la actualidad como parte de un sistema integral de memoria, basada y a partir de los sistemas sensoriales, perceptivos y motrices, y la evidencia tiende a confirmar que se encuentra distribuida en regiones clave del cerebro. 

Las memorias semántica y episódica componen en conjunto la categoría denominada memoria declarativa, que es una de las dos divisiones principales en memoria. La contraparte de la memoria declarativa o explícita es la memoria procedimental o implícita. La perspectiva tradicional considera a la memoria semántica como un sistema amodal y modular, donde la situación, el afecto, el contexto y el tiempo quedan neutralizados.