Los modelos de memoria semántica
Los modelos que tradicionalmente se han propuesto para la explicar la memoria semántica son de tres tipos básicos: los modelos en red (Quillian, 1967, 1968; Collins & Quillian, 1969; Collins & Quillian, 1972; Glass & Holyoak, 1974; Collins & Loftus, 1975; Anderson, 1976, 1983), los modelos teoréticos (Meyer, 1970) y los modelos de comparación de rasgos (McCloskey & Glucksberg, 1979; Smith, Shoben, & Rips, 1974). Dos de ellos resultaron extremadamente influyentes en la investigación científica de la memoria semántica: la teoría de comparación de rasgos de Smith et al. (1974) y los modelos reticulares de diferente tipo.
Teoría de comparación de rasgos
La teoría de comparación de rasgos (Smith et al., 1974) parte de dos grupos de supuestos fundamentales: unos referidos a la representación del significado de la palabra y otros referidos al proceso de atribución de significado de la palabra.
El significado de una palabra está representado por una lista de rasgos o características semánticas. Los conceptos se almacenan como conjuntos de elementos ordenados en forma de listas donde los componentes de la lista constituyen valores de atributos como tamaño, forma, color, etc. Algunos de estos elementos son definitorios para la pertenencia a la categoría, y la dispersión de estos valores en la lista determina la distancia con respecto al centro prototípico. Estos rasgos varían en forma continua en una escala de “definibilidad”: en un extremo de la escala están los rasgos esenciales para la caracterización del significado de la palabra, en el otro extremo de la escala están los rasgos que son sólo atributos particulares de ese elemento.
En el ejemplo a continuación puede verse la forma que toman los atributos tanto para un par de objetos concretos (lechuga y tomate) como frente a conceptos emocionales (enojo y miedo). Los conceptos lechuga o tomate incluirían como rasgos definitorios propiedades como que son verdura, tienen color_particular y se_vinculan_con_el_alimento, y como rasgos particulares, el hecho de que sea_arrugado o carnoso, o que_tienen_vitaminas.
Tomado de García, Pagnotta, Pazgon y Vivas (2013)
En el caso de los emocionales para esta población (jóvenes universitarios) bronca, ira y mal_humor son rasgos definitorios de enojo y, curiosamente, oscuro lo es de miedo. En el otro extremo pueden verse los atributos particulares.
Los supuestos referidos al proceso de atribución de significado de la palabra implican un proceso en dos etapas. Por ejemplo, en la oración un perro es un animal,el modelo señala que en la primera etapa se calcula un índice global de semejanza del significado, apareando todos los rasgos del sujeto y del predicado. Si este índice de semejanza excede un criterio umbral, se produce una toma de decisión rápida por la positiva. Si, por el contrario, este índice cae muy por debajo de un umbral (ej., el perro es un mueble), se toma una decisión rápida por la negativa. La segunda etapa comienza si el índice de semejanza toma un valor intermedio (el perro es un cuadrúpedo). Entonces se comparan los rasgos definitorios del sujeto con los definitorios del predicado. Si el conjunto de los rasgos de predicado quedan incluidos en el conjunto de los rasgos del sujeto, se toma una decisión de verdadero; en cualquier otro caso se declara falsa.
El modelo de procesamiento es sencillo y permite predicciones básicas que descansan en el supuesto de que la latencia de respuesta será más rápida para las oraciones que se pueden verificar en una etapa, que para las oraciones que requieren de ambas etapas. Para las oraciones verdaderas, el modelo predice, entonces, que serán verificadas más rápidamente, en promedio, si sujeto y predicado tienen alta relación semántica. El índice global de semejanza de significado probablemente exceda el umbral superior para sujetos y predicados semánticamente relacionados y, por lo tanto, el procesamiento de la oración se resolverá en la primera fase. Smith et al. (1974) asumieron que los grados de tipicidad y las normas de la asociación eran reflejo de la semejanza de rasgos entre conceptos. Por lo tanto, el modelo predice, particularmente, que las oraciones verdaderas serán verificadas más rápidamente si el sujeto es un modelo prototípico que si es un modelo poco frecuente o periférico de la categoría anunciada por el predicado (como, por ejemplo, un gorrión es un pájaro contra un pingüino es un pájaro).
Para las oraciones falsas, cuanto más similares son el sujeto y el predicado, menos probable es que la oración caiga por debajo del umbral más bajo. Por lo tanto, las declaraciones falsas similares requieren de una segunda etapa del proceso y llevan, consecuentemente, más tiempo para su respuesta que el que resulta necesario para rechazar las oraciones falsas con sujeto y predicado disimilares (por ejemplo, el gorrión es un mueble). Si bien se han confirmado algunas de estas predicciones (Smith et al., 1974), también se han desconfirmado para ciertos tipos de declaraciones falsas (Holyoak & Glass, 1975).